Mientras el streaming se consolidó durante 2019 a la vanguardia de los consumos culturales surge la pregunta: ¿hasta qué punto aguantará el negocio la desmesurada oferta de plataformas antes de implosionar como una burbuja? El consumo de producciones audiovisuales -películas, series, docuseries, webseries y una larga lista de etcéteras- crece al ritmo de los jugadores que salen al mercado para luchar por las preferencias de los usuarios.
Usuarios que están hiperconectados, aunque les cuesta mantenerse al tanto de la cantidad y la calidad de los servicios disponibles. Es uno de los riesgos de la sobreoferta: cómo llegar a todos con información de primera mano para ayudarlos a elegir. Se trata de un universo variopinto de consumidores, en el que conviven los puristas y sofisticados decididos a invertir en proyectores caseros y megapantallas led con quienes todo lo ven en el celular, por más que se trate de una película de gran presupuesto.
Las movidas están a la orden del día y fluctúan tanto como el mercado. Netflix apostó durante el año a seguir diversificando sus contenidos, en especial con producciones asiáticas y latinoamericanas, pero su mayor movida tiene un impacto más profundo. La plataforma está horadando el corazón de la industria del cine con su estrategia de producir películas de calidad que apenas pasan por las salas. Son filmes oscarizables y taquilleros, como “El irlandés” e “Historia de un matrimonio”, con grandes estrellas y directores prestigiosos, que sólo Netflix puede financiar. Es una historia que recién comienza y también está ligada a los cambios en los consumos culturales de un público cada vez más selectivo.
Pero la principal misión de Netflix es contener a una competencia que empieza a mostrar los colmillos. Por caso, Amazon Prime se mantiene fiel al concepto de “poco pero bueno” en cuanto a las producciones originales, aunque prepara una serie sobre “El señor de los anillos” que será la más cara de la historia de la televisión. Claro que las principales novedades se produjeron durante el segundo semestre, con el desembarco de las plataformas de dos gigantes.
Primero fue Apple TV+, con series originales de notable calidad, y luego Disney+ -la más esperada-. Disney+ salió a la cancha con una serie ambientada en el universo de Star Wars (“The Mandalorian”) que al cabo de un par de semana fue capaz de batir a los shows más taquilleros de Netflix. Este combo se ampliará el año próximo cuando se ponga en marcha otra plataforma de altísimo impacto, la de HBO (HBO Max), con todos los contenidos que ofrecen hoy los canales de cable de la marca más un aluvión de producciones originales. Como satélites siguen funcionando Hulu, CBS All Access y otras plataformas de menor recorrido, pero que no dejan de captar pedacitos de la torta. La megaoferta abruma y es parcial en la Argentina.
Se espera que Disney+ llegue a mediados de marzo y que la de HBO coincida con el lanzamiento mundial. Es una competencia feroz para la producción nacional que, de todos modos, en servicios como Flow y Cine.ar le hace frente. Y propone además una angustiante realidad para el bolsillo, tratándose de precios dolarizados que no dejan de subir.
Netflix, el líder
Se mete de lleno en la pelea por el Oscar y anticipa a la competencia con producciones internacionales.
Apple TV, el gigante
Salió a la cancha con series propias de primer nivel y el respaldo tecnológico de una marca imbatible.
Disney +, la amenaza
Despliega un catálogo insuperable y ya cosechó su primer éxito con una serie ambientada en el universo de Star Wars: “The Mandalorian”
Amazon Prime Video, la calidad
Prepara “El señor de los anillos”, la serie más cara de la historia de la televisión.
HBO Max, el que viene
Debutará en mayo con toda la artillería capaz de competir con Netflix y Disney+.